Patrizia Cattaneo

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Quién es Fratel Cosimo

Carismáticos y exorcistas

FRATEL COSIMO UN HOMBRE DE DIOS


Fratel Cosimo


QUIEN ES FRATEL COSIMO

Cosimo Fragomeni ("Fratel Cosimo") nació el 27 de enero de 1950 en Santa Domenica de Placanica, un pueblo muy pobre del sur Italia, en las montañas de Calabria.
Siendo su padre un inválido de guerra, Cosimo de pequeño tuvo que acabar la escuela a 11 años de edad para tabajar como pastor y cultivar la tierra de su familia. Hasta los 18 años vivió una vida campesina, solitaria y laboriosa, lejos de todas las diversiónes que ofrece el mundo.

Aunque fuera un niño mui religioso, no manifestó gracias místicas particulares hasta los 18 años, cuando la Madre de Dios se le appareció para pedirle ofrecer su vida por la conversión del mundo. Al aceptar inmediatamente esta misión, Dios le dio muchos carismas para conseguirla, entre ellos el don de profecía, de curación y de liberación.

Él apuntó todos los mensajes que recibió de la Madre de Dios, que luego se le apareció varias veces, entregando una copia al cura de Placanica, don Rocco Gregorace.

Fratel Cosimo se ha hecho terciario franciscano y vive como un ermitaño, rezando, ayunando y recibiendo dos veces por semana aquellos que quieren hablarle y recibir su bendición. Los milagros que los enfermos reciben por su bendición o visitando el lugar de las appariciónes, también llamada “la Roca”, son innumerables.

Fratel Cosimo es también el fundador de una comunidad mariana que recibe muchos jóvenes que se reúnen para rezar el Rosario. Algunos han sido salvados por Fratel Cosimo de la criminalidad y de la delincuencia, llagas causadas en el sur Italia particularmente por la dificultad de encontrar trabajo.

Siempre Fratel Cosimo ha sido muy obediente a su obispo y a la Iglesia, que en 2007 ha declarado lugar de culto el sitio de las apariciónes marianas.

Sobre la Roca de las apariciónes, Fratel Cosimo construyó con mucho esfuerzo una capilla según como le pidió la Virgen, donde se encuentra el retrato milagroso de la Madre de Diós que se pintó la cara ella misma.
Además, en la gran plaza delante de la capilla, hay un manantial de agua al cual se atribuen curaciónes milagrosas.

Los sábados y los miércoles por la tarde, Fratel Cosimo recibe hasta 90 personas que le han pedido anteriormente cita por teléfono. El encuentro personal con Fratel Cosimo dura dos minudos, justo el tiempo de hacerle una sola pregunta y recibir su bendición. Él no necesita que se le hable mucho, porque tiene el carisma de leer en las almas y de conocer los problemas de las personas, aunque no las haya visto nunca. Por eso el contesta según lo que Dios le muestra.

Después de los encuentros personales, al anochecer, Fratel Cosimo hace una oración de curación en la plaza de la capilla, y todo el mundo puede participar para rezar por les enfermos y pedir a Diós la solución de toda clase de problemas.

EL CUADRO MILAGROSO DE NUESTRA SENORA DE LA ROCA


El cuadro milagroso


Explica Fratel Cosimo:


“No llegando a encontrar un pintor profesional, me indicaron un hombre de Caulonia, cierto Ilario Tarsitani, que pintaba como hobby.

Al contatctarlo, se puso inmediatamente a disposición, empezando a pintar la imagen de la Virgen según mis instrucciones. De vez en cuando, iba a su casa para controlar el trabajo, pero pintando, su mano se bloqueaba al acercarse al cuello de la imagen.
No pudiendo seguir, tomó otra tela y volvió a empezar el cuadro.
Del mismo modo, al acercarse al cuello de la segunda imagen, ocuriendole el mismo problema, decidió dejarla otra vez y aún empezar con otra tela.
Acercandose al cuello de la tercera imagen, la mano del pintor se bloqueó
de nuevo, y cuando volví a su casa, me acompañó al taller, y me dijo desanimado:
"Dígame que tengo que hacer, porque por más que lo intento, nunca consigo acabarla".
Ya que no sabía que contestarle, le dije:
"No se preocupe, Nuestra Señora se interesará por su imagen” y me fui, diciendole que volvería al día siguiente.
Al día siguiente por la tarde, al llegar a su casa, él me abrió, y con los ojos llenos de lágrimas me tomó del brazo, conduciendome hacia el taller, y me dijo:
"Venga a ver que pasó". Cuando paramos ante la imagen, vi muy asombrado que ya estaba acabada, teniendo la cara también, y entonces le dije:
" ¿ Ya la terminaste ?".
Y él, emocionado, contestó:
"Yo no he hecho nada, anoche se pintó la cara ella misma. Cuando esta mañana llegué muy temprano para acabar el trabajo, con gran asombro vi que la imagen ya estaba acabada".
Y añadió: "Ahora no tengo más que pintarle los pies y hacerle unos retoques".
Entonces le contesté:
"No la toque, déjela así tal cual".
Al día siguiente fui con un amigo a coger la imagén, trasladándola a mi casa con un motocarro y unos días después la pusimos en la capilla.
Después me di cuenta de que la Virgen me seguía con la mirada como si estuviera viva, te pongas donde te pongas en la capilla, y de esto también se da siempre cuenta la gran muchedumbre de peregrinos.


LAS APARICIÓNES DE LA VIRGEN
A FRATEL COSIMO

Del diario de Fratel Cosimo

La roca de las apariciónes


PRIMERA APARICIÓN
“ El día 11 de mayo de 1968, poco antes del anochecer, regresaba del trabajo de los campos llevando sobre mi hombro una bala de hierba para los animales. Mientras pasaba por enfrente de la Roca que está cerca de mi casa, de repente quedé deslumbrado por una gran luz. Me paré, y levanté la cabeza para ver que pasaba, pero no vi nada.
Mientras volvía a caminar, como si alguien me dijera de mirar hacia la Roca, miré en esa direcion y vi, justo sobre la cumbre, la figura cariñosa de una joven mujer, con la piel morena, de unos 18 años de edad, con el pelo largo y castaño oscuro. Estaba descalza, con las manos juntas, y refulgía de luz, como si hubiera un sol luminoso detras de ella. Llevaba un vestido blanco como la nieve, un cinturón y un manto azul, un velo blanco transparente en la cabeza, cubierto de estrellas, y a la muñeca llevaba un rosario de perlas resplandecientes. Al mirarla, sentí un escalofrío, y tuve tanto miedo que casi me huí
al pensar que pudiera ser un espíritu, aunque el aspecto fuera el de la Virgen. La joven mujer sobre la Roca inclinó la cabeza, y con las manos me señaló que no huyese. Entonces me dijo despacio y con voz amable , marcando las palabras : "No tengas miedo, vengo del Paraíso. Yo soy la Virgen Inmaculada, la madre del Hijo de Dios. He venido para pedirte construir aquí una capilla en mi honor. He elegido este lugar, aquí quiero establecer mi morada y quiero que la gente de todos los países venga aquí a rogar”. Cuando acabó de hablar, todavia juntó las manos, inclinó la cabeza, levantó los ojos al cielo, se apartó de la Roca y desapareció en el aire. Me quedé trastornado y asustado, dudando si se tratara realmente de la Virgen. Al cabo de un rato regresé a casa, donde pronto escribí lo que pasó, y las palabras que la joven mujer acababa de decirme, para no olvidarlas.

SEGUNDA APARICIÓN
El 12 de mayo de 1968, por la mañana, después de levantarme, fui a la Roca, rezé un poco, pero no vi nada. Al anochecer sentí el fuerte impulso interior de volver a la Roca. Cuando llegué debajo del gran seto enfrente de la Roca, levanté los ojos para mirar hacia la Roca, y de repente fui deslumbrado por una luz cegadora. La Roca relucía como si fuera pleno día. De arriba bajó un haz de luz, proyectando sus rayos sobre la Roca y, en aquella maravillosa luz, de repente apareció la joven mujer. Desde que la vi fue como si me faltara la fuerza en las piernas: caí de rodillas y, con voz temblorosa le dije: "Si usted es la Virgen, por favor ayudeme". Inclinando la cabeza, ella me contestó: “Te ayudaré, pero no te faltarán tribulaciones y sufrimientos. No desconfíes, estaré contigo y mi mano te sostendrá. El Señor quiere hacer de tí un instrumento de su amor, para la salvación de las almas." Cuando terminó de hablar me sonrió, miró al cielo, bajó la cabeza y desapareció en un santiamén. Aquella tarde no tuve miedo; una gran alegría y paz llenaron mi corazón; volví a casa feliz y pronto escribí las palabras que la Santa Virgen me había dicho.

TERCERA APARICIÓN
El 13 de mayo de 1968, durante el día, volví varias veces a la Roca para rogar y, mientras que rezaba bajo la Roca, olía un intenso perfume de flores. Al llegar la noche, casi a la misma hora del día antes, sentí como una fuerza misteriosa que me impulsaba a volver a la Roca. Fui, me arrodillé y empecé a rezar el Ave Maria, mirando hacia arriba de la Roca; de repente vi como si el cielo se abriera. Un haz de luz bajó sobre la Roca y, en él, apareció la Santa Virgen. Le pregunté: "Santa Virgen, pídame lo que quiera que yo haga por usted". Ella, inclinando un poco la cabeza, me contestó: “Te pido el favor de transformar este valle. Aquí quiero un gran centro de espiritualidad, donde las almas encontrarán paz y descanso. En este lugar Dios quiere abrir una ventana hacia el cielo. Aquí, por mi mediación, Él quiere manifestar su misericordia." Cuando acabó de decir estas palabras, la Santa Virgen quedó un rato en silencio y luego, sonriéndome dulcemente, desapareció. Después me levanté de prisa y fui a casa para apuntar lo que la Santa Virgen me había dicho.

CUARTA APARICIÓN
El 14 de mayo de 1968, como el día antes, durante el día fui a la Roca a rezar. Allí olí una vez más el mismo perfume de flores. Por la noche, mucho después de la puesta de sol, me sentí todavía impulsado a volver a la Roca. Al llegar, me puse de rodillas y empecé a rezar. Del cielo vi bajar el haz de luz, mientras sobre la Roca aparecía la Santa Virgen con mucho resplandor. Como siempre inclinó la cabeza y luego empezó a hablar, diciéndome con voz triste: "Siempre que los hombres se conviertan, arrepentiendose de sus pecados, se confiesen, se acerquen a Dios y le quieran de todo corazón, Dios se acercará a ellos y les acogerá en Su casa”. Al pronunciar estas palabras, la cara de la Virgen se volvió triste, ella quedó unos minutos sin hablar y luego sacó de su brazo la resplandeciente corona del Rosario. Tendiendo la mano hacia mí, me dijo: "He aquí mi Rosario, que sea tu oración cotidiana, ofrécelo a mi Corazón Inmaculado por la conversión del mundo, el triunfo del Reino de Dios, la paz de las naciones y la salvación de la humanidad". Después de estas palabras, juntó lentamente las manos, quedó un poco como si fuera absorta en oración, luego bajó la cabeza, me sonrió con gran dulzura y, en seguida desapareció, dejando un delicioso perfume. Volví a mi casa casi corriendo, cogí la pluma y una vez mas apunté lo que la Virgen me había dicho.


LA FUENTE MILAGROSA


La estatua de N.S. de la Roca


Fratel Cosimo explica:

"Mucho antes de que se iniciaran los trabajos de ampliación de la plaza, una mañana, estando en mi casa, tuve una visión: en un rincón del terreno delante de la Iglesia, vi un manantial de agua, y luego una muchedumbre de peregrinos que iba a sacar aquel agua.
Muchos estaban enfermos, unos tenían también llagas en sus piernas y, al acercarse a la fuente, tomaron el agua, la bebieron y se la echaron encima curándose así las enfermedades.
Sin embargo, temiendo que se tratara de un engaño diabólico, yo apenas le di importancia.
Luego, durante los trabajos de ampliación de la plaza, en septiembre 2001, volví a tener la misma visión: vi el agua que fluía en aquel mismo lugar, la muchedumbre de gente que iba a sacar aquel agua, bebiendola y echandosela encima y vi algunos enfermos que se curaban.

Después de esta segunda visión, empecé a dudar si se trataba de un mensaje de Dios o de un engaño del Maligno.
La duda siguió agobiándome, hasta que durante la Misa del primer sábado de octubre de 2001, durante la elevación, pedí una señal de confirmación a la Virgen, y le dije: "Nuestra Señora, si estas visiones son suyas y si allí hay verdaderamente agua, le ruego déme una señal de confirmación".

Después de rezar a la Virgen así, la paz llenó mi corazón.
Después de la Misa, mientras estaba en la plaza, oí el ruido de una cascada de agua procediendo desde aquel punto. Me volví de repente y al mismo tiempo, antes de que yo hablara, una mujer que estaba junto a mí, Rosa Bolognino, exclamó : "¿ Fratel Cosimo, y ahora esta agua de donde viene"?

Le dije que se callara, añadiendo que se trataba de una señal que yo había pedido a la Virgen.
Anduvimos hacia aquel punto, constatando que no había tampoco una gota de agua.
Desde aquel momento estuve seguro que las visiones provinieron de la Virgen y por lo tanto hice ejecutar la excavación para buscar el agua.

Después de algunas interrupciones, a causa de los trabajos de ampliación de la plaza, por fin el 28 de octubre de 2002, a las 10, de repente el agua fluyó y los obreros, sorprendidos, exclamaron: "Tenemos que avisar pronto a Fratel Cosimo" y una mujer que se encontraba en la plaza, Gisa Iannopollo, corrió a llamarme a mi casa.
Apenas llegué cerca del agua, me arrodillé haciéndome la señal de la cruz, tomé el agua que estaba todavía turbia, la bebí echándomela encima, como había visto que hacían los peregrinos en la visión, agradeciendo a Dios y a la Virgen".

INFORMACIONES PRACTICAS

Santa Domenica di Placanica, el lugar de las appariciónes de la “ Madonna dello Scoglio” (=la Virgen de la Roca) donde vive Fratel Cosimo está a dos horas de viaje del aeropuerto de Lamezia Terme en el sur Italia.

Encuentros personales con Fratel Cosimo :
miércoles y sábados de 16h a 19 h, previo cita telefónica

Oraciones de curación de Fratel Cosimo:
los sábados y los miercoles por la tarde

El numero de telefóno para reservar una cita con Fratel Cosimo
desde el extranjero es solamente el siguiente:

+39 09 64 38 07 02 - llamar solo los martes de 17 a 18
Para otra información llamar por la tarde los números:
+39 0964 738095
+39 0964 738136
+39 0964 82795.

Petición de oraciones:
escribir (nombre, apellido, problema y petición), o bien acudir al lugar mismo.
Fratel Cosimo no contesta al teléfono.

Dirección:
Fratel Cosimo
Fondazione Madonna dello Scoglio
Santa Domenica di Placanica
89040 Placanica (RC)
Italia

Peregrinaciones en español
Patrizia Cattaneo
tel. +39 03 83 89 96 57
(desde las 17 )

El sitio internet
de la Comunidad de Fratel Cosimo es www.madonnadelloscoglio.com

Como llegar a la localidad “ Madonna dello Scoglio” en Santa Domenica di Placanica (en la provincia de Reggio Calabria):
La localidad es muy pobre, y no hay autobuses ni trenes para llegar directamente desde el aeropuerto de Lamezia Terme, que es el más cercano. La solución mejor es llegar al aeropuerto de Lamezia Terme y después alquilar un coche. Al llegar a Caulonia, en el cruce para Santa Domenica di Placanica seguir las señales “ Madonna dello Scoglio” hacia la montaña. Para visualizar el mapa del itinerario puede usar GOOGLE MAP

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